jueves, 3 de julio de 2008

leopoldo maría panero


¡Ah! El terror de estar a solas con la nada
virgen azul única verdadera compañera
para suplicar al viento
para adorar al terror y al espanto del silencio
en donde la nada besa a la nada
y estoy solo, tembloroso
llevado de la mano por el cierzo.

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