UNA ENVIDIABLE FORMA DE MORIR
La buena práctica adquirida
—privilegio de los tiempos guerreros—,
el eficaz manejo de la espada,
dirigir con precisión el afilado filo del puñal.
Unos instantes de dolor aturdido
y luego niebla, estertores, sangre.
Elegir lo más rápido, corazón o hígado,
o en agua caliente, con las venas abiertas, esperar el final.
Reunir en un momento, deslumbrante relámpago,
la fuerza del hierro cortando,
la mirada ciega de sudor y llanto,
y ese sueño, jamás creído y por eso digno,
de los dioses, recibiendo amables,
desnudos y dorados en su imperio imposible,
la hoja de frío metal, la bocanada caliente de la sangre.
(Juan Luis Panero)
2 comentarios:
el agua se tiñe de sangre y la cuchilla se pierde por el desagüe
y en la hoja en blanco queda
flor entre la espuma
el último poema
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