domingo, 2 de mayo de 2010
acto comunicativo #3
Muerto de vergüenza en la banqueta de los acusados, ante un juez escorpión de aguja estilográfica, un jurado popular selecto de clubes nocturnos de lectura rápida existencialista y un auditorio lleno de, básicamente, coleccionistas de artilugios de tortura de la Inquisición, niños probeta y madres viudas negras; a duras penas defendido por un marsupial ciego en pleno trance glosolálico sin intérprete; embrollado en el lenguaje de símbolos natural de una cultura alienígena, aturdido por drogas de la verdad plomiza e innombrable, torturado hasta el olvido, turbio, la mirada perdida en el tembleque de sus manos, amedrentado, el señor Valmiki se declara a sí mismo culpable culpable culpable —piensa él dentro de su nubarrón— de dudar; porque su duda, aun inconsciente, sigue mordisqueando en el qué crimen, cómo, cuándo, dónde, y hasta ahora sólo ha llegado a engullir ciertos huesecillos cartilaginosos: pistas insípidas sobre el porqué y quién: un tal K., que según la acusación fiscal: «ha hablado mal de usted». (El público abre cierra abre cierra sus paraguas en señal de indignación y pide, gritando en el cielo, la pena máxima
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alex gross
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5 comentarios:
En todos los aspectos, sonoramente teatral como la vida misma.
(el maruspial debe ser un ornitorinco)
-*
el circo de entremeses del señor valmiki señoras señores niños niñas animales con y sin marsupio!!
ya en su ciudad!!
tachán!!
:)
(ah ! !
(y gracias mil por el nuevo diseño de lunaceronte
(you*are*art ! ! !
Adoro los poemas que me imponen la necesidad de pronunciar en voz alta sus palabras.
de vez en cuando
hay que gritar
que no!!!?!!!!
thankiu, dear r.,
por pronunciarme
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