Pongo «cigarrillo».
Me acerco a vosotros
con la palabra escrita
y me hago dar fuego «de verdad».
Vosotros
me dais un pañuelo y he aquí
que el pañuelo inexplicablemente
os desaparece de las manos
para encontrarse escrito en este
papel.
Enseguida
pongo «silla», y hete
aquí que tenéis en las manos
una silla verdadera.
Finalmente
yo entro en el poema,
y aquí me tenéis «proyectado»
todo entero.
(Joan Brossa)
2 comentarios:
¡Tachán!
me gusta, mucho.
me alegro, ya somos tres en el poema
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