jueves, 3 de febrero de 2011

odio


Quiero entenebrecer la alegría de alguien.

Quiero turbar la paz del que esté tranquilo.

Quiero deslizarme calladamente en lo tuyo para que no tengas sosiego; justamente como el parásito ha tenido el acierto de localizarse en tu cerebro y te congestionará uno de estos días, sin anuncio ni remordimiento.

(Pablo Palacio)

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