Y cada espiga
Perfora el cielo
De modo que la sangre gotea de mi sol
Aumentando la flor de mi amargura
De esta hierba
Se lavan mis pies
Mi pan
Oh caballero
Flor inútil
En la rueda de la noche se estrangula
La flor de mi caballero del trigo
La flor de mi alma
Mi dios me desprecia
Estoy enfermo de esta flor
Que crece roja en mi cerebro
Sobre mi dolor.
(Thomas Bernhard)
2 comentarios:
Tan intenso y profundo que el placer se va dilatando hasta el final.
Amo tu página.
tu casa también es un amor. el mismo bernhard dijo: sólo existo cuando escribo. la red virtual, a veces, paradójicamente, ofrece estos respiros de pura existencia. un saludo y gracias por la visita
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