cuando no puedo dormir porque bajando por el espino del día me he dejado las zarpas, los cuernos y el instinto de no pensar
y en la raíz cuadrada de la noche roo tubérculos rosados
y doy vueltas perdido en la feria en que me amaste de niño, entre espantajos y manzanas de caramelo
hasta que me limpio los besos a restregones contra la almohada, rezando con las branquias en flor
Dios salve a la Virgen Fantasma que calienta mis ojos al fin, en la hora de la muerte amanecer
(De Chatarra de niño muerto, 2008)
2 comentarios:
amén.
y para cuándo libro nuevo?
beso beso beso
erosiva
necesitaría mecenazgo, tiempo muerto y recuperar el ímpetu adolescente. hasta entonces, viviré de las rentas de mis best-sellers. ja. abrazotes erosionados
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