en algo que la mente
ya no tiene derecho a conocer
y santificar,
alma impropia,
alma que no da perfume,
alma que ya no alcanza el éxtasis.
Alma que tan sólo deviene ola,
una pequeñísima ola
frente a un mar entero en borrasca.
(Alda Merini:
La carne de los ángeles. Vaso Roto, 2009)
La carne de los ángeles. Vaso Roto, 2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario