jueves, 21 de enero de 2010

el perfeccionista


Yo arruiné este poema

Eliminé palabras
y le torcí el cuello a la sintaxis
hasta dejarla sin habla

Ahora
no es ni la sombra
de lo que era

De tanto castigarlo
quedó reducido a nada

Ignoro de qué hablaba
No sé cómo termina

(Óscar Hahn)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enorme poema desmesuradamente perfecto.

francisco javier casado dijo...

hahn es ley. y david ho (el ilustrador), también