viernes, 26 de marzo de 2010

acto comunicativo #2

Tras una insolación de día nublado conjugada con la turgencia inusual pasajera de las glándulas sedientas e inventar, brillantemente, el color rojo vacui; su fugaz momento de gloria en triángulos especializados, marginales y de amor bizarro; pero el inmediato hurto de tamaño chispazo plástico por parte de un famoso vampiro-emporio de trapería íntima; y acabar rebajados ambos: el genial concepto, en catálogos primavera-otoño; y el genio conceptista, condenado a separar blancos y negros en una fábrica de arreglos florales para mítines políticos, exequias y ferias marineras; robo-idiotizado, quejumbroso del síndrome de la isla, náufrago cotidiano, intruso en su propia sombra, desvaído, olvidado casi por completo de su identidad secreta; durante el carnaval oficial de mundo feliz, el señor Valmiki resuelve disfrazarse de teléfono: antiguo de rueda, goma-espuma y leotardo, costurero del colegio, riguroso rojo vacui; y se cuelga a sí mismo. (Tu, tu, tu, t...

2 comentarios:

Li-* dijo...

Estimado señor Valmiki,
descuélguese y vuelva pronto.

-*

francisco javier casado dijo...

tú, tú, tú, t...