domingo, 14 de marzo de 2010

alí dadá en babel


abre la biblioteca
por una hoja cualquiera
siempre equivocada
siempre equivocada
siempre equivocada
hasta que al fin halla
o el azar encuentra
la palabra exacta
la expresión perfecta
que por arte de magia
abre la biblioteca

2 comentarios:

Marco Antonio Raya dijo...

y algunos cabrones siempre tienen la palabra correcta en el poema perfecto. gracias.

francisco javier casado dijo...

pues lo acabo de corregir... maldita perfección a punto del quebranto!! maldita y dolorosa. de cualquier manera, gracias: alimentas mi ego anancástico