martes, 30 de septiembre de 2014

ni el espacio

... ni el espacio
ni la posibilidad,
yo no sabía exactamente qué era,
y no experimentaba la necesidad de pensarlo;
eran palabras
inventadas para definir cosas
que existían
o no existían
frente a
la urgencia apremiante
de una necesidad:
la de suprimir la idea,
la idea y su mito
y de hacer reinar en su lugar
la manifestación tronante
de esta explosiva necesidad:
dilatar el cuerpo de mi noche eterna,
de la nada interna
de mi yo
que es noche
nada,
irreflexión,
pero que es explosiva afirmación
de que hay
algo
a lo cual ceder lugar:
mi cuerpo.

(Antonin Artaud:
Para terminar con el juicio de Dios)

lunes, 29 de septiembre de 2014

si uno pudiera probar solamente su nada...

Si uno pudiera probar solamente su nada, si uno pudiera reposar en su nada y que esa nada no fuera una cierta forma de ser, pero tampoco la muerte total.

Es tan duro dejar de existir, dejar de estar dentro de algo. El verdadero dolor es sentir cómo se desplaza nuestro pensamiento en uno mismo. Pero el pensamiento como un punto no es seguramente un sufrimiento.

Estoy en el instante en que no me aferro más a la vida, pero llevo conmigo todos los apetitos y las insistentes titilaciones del ser. No tengo más que una ocupación: volverme a hacer.

(Antonin Artaud: El pesa-nervios.
Visor, 2002)

viernes, 12 de septiembre de 2014

el último poema (40): último de póstumo

XVIII

REPETIRSE le da a todo un ritmo de río de Caronte
Mientras cae el equilibrista otra vez sobre la página
Porque mi frente nada amigo sabe sobre mí
Los hombres son solo silencio lector
Aportan esperma para borrar la página
Para borrar el rastro de luz negra, avinatada, que cae
Sobre los renglones como arrugas
Tinta roja para escribir sobre el crepúsculo
Menstrua de los filósofos
Azúcar de la herida toda que borra el verso
Como una sirena contra la manifestación de paquidermos
Ya los pájaros comen de mi boca
Como si estuviera por fin solo
Colgado del último verso.

(Leopoldo María Panero: Rosa enferma.
Huerga & Fierro, 2014)