martes, 5 de abril de 2011

acto comunicativo #5

Tras décadas persiguiendo rastros de intemperies y derivas, sin sentido sin destino, errabundo a través de trópicos violentos, doradas ciudades colgantes, ardientes desiertos, espejismos de seda, selvas vírgenes, vagando a pie a gatas a nado a branquia limpia, a trancas y borrascas, con el sol bajo el pellejo y una luna de barbas, estepario en su quimera de aullidos por la tierra conocida y el cieno por conocer, con el rumbo trastabillado entre el sur de los sures y el salvaje oeste y el este huracán, perdido en círculos trazados por la brújula desnortada de su pecho, peregrino desvalijado, polizón desorientado, peón de los caminos, canto rodado, rodando y rodando don Valmiki Malaspina de lo Inhóspito llega, milagrosamente, a los confines medievales del mundo, donde el mundo está a punto de dejar de llamarse mundo y la palabra maravilla se confundirá con azulejo nieve tiza piélago cocina mesa, y sobre la mesa halla un tazón de chocolate negro como la noche, una noche, por fin, de sueño profundo, profundidad de abismo, se deja caer y vuela, hoja sutil vuela, ya no volverá a escribir en su cuaderno viajero: mañana será otro día (es hoy es hoy pequeño lirón, es hoy

No hay comentarios: