domingo, 4 de enero de 2015

todo mortal

Hora: mil millones de la noche.

Examen corregido número... mil millones de la noche.

Tres con setenta y cinco.

Cuentas perdidas. Sumas restadas. Restas y restos. Mala ortografía. Expresión deshilachada. Mediocridad. Lengüetazos de nada. Falta de esfuerzo. Falta de interés. Silencios que evocan un túmulo de blancas osamentas de paquidermos fantasmales. Silencios que evocan más silencio. Silencio infinito. A punto de traspasar, mi mente nave en llamas, la puerta de Tannhäuser. Voces incorpóreas, gritos sin garganta, llamada de Cthulhu, cantos de cerdos invisibles devorando cerdos vivos...

Uno más.

¿Por qué no?

El último examen.

Uno más por hoy. O ayer. O mañana. O mil millones de la noche. Y lo dejo. Claro que sí. Vamos allá, a pecho descubierto, ¡rásgate ese pijama, valiente! Empuña la calculadora, blande al viento el boli rojo y a por él. Busca, busca...

...

Venga este de esta criatura de Cuarto de la ESO, por ejemplo.

...

...

...

«Bécquer murió tras recaer por una enfermedad venérea causada por un eclipse solar».

Ha merecido la pena.

Y todo tiene sentido.

Y el universo ya está en orden.

Un orden sobresaliente.

Buenas noches.

(Todo mortal

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